Esta es la segunda y última parte de la narración de mi lesión de rodilla. Al día siguiente de publicar la parte 1 de esta historia, fui a hacerme la resonancia magnética de la rodilla y todo fue bien y casi cuatro semanas después….

Cita 2 con traumatólogo 2

Antes de entrar con el médico fui a recoger mi resonancia, no aguanté las ganas y miré los resultados… los cuales descartaban cualquier tipo de lesión, no me asombré porque era lo que me esperaba.

Buenas tardes Dr., aquí le traigo mi resonancia, el Dr. las mira y… (pasa el tiempo muy lentamente).

Dr.: todo está muy bien, ninguna lesión, tu dolor fue ocasionado por una sobrecarga en tus piernas, así que sigue igual y si te vuelve a dar alguna molestia trata de bajarle el ritmo a tus entrenamientos.

Yo: muy bien Dr., no cree que deba ver lo de unas plantillas por mi tipo de pisada?

Dr.: No, como es la primera vez que te molesta la rodilla no creo que merezca la pena someterte a lo que implica usar plantillas, tu cuerpo se tiene que adaptar a ese cambio y no creo que merezca la pena.

Yo: está bien. Dr. si me vuelve a doler puedo volver a venir?

Dr.: cuantas veces quieras.

Y así se acabó esto.

Conclusiones

Al final de cuentas unos médicos dicen una cosa y otros… otra, en internet un grupo de gente te aconseja una cosa y otro grupo de personas te aconseja justo lo contrario, por ejemplo, las sentadillas, he encontrado varias fuentes (y médicos) que las aconsejan para combatir la rodilla del corredor y otros que las prohíben tajantemente. Al final, suena trillado pero el saber escuchar a tu cuerpo es sumamente importante, probar con qué te va mejor y con qué no, es fundamental. Claro que es importante leer, escuchar las opiniones de expertos, de gente que tiene más experiencia que tu, pero al final de cuentas es tu cuerpo y tienes que ser totalmente honesto para saber qué le hace bien y que le hace mal, y así, ayudarlo.

Ah, también es muy importante escuchar al coach, en mi caso, el mejor del mundo y quién se preocupa por mi bienestar incluso más de lo que yo me puedo preocupar.

Coach, ¡Gracias! ¡Te amo!

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